Pasaron casi tres meses desde que Milagros Avellaneda y su hijo fueron vistos por última vez. La joven cumple 27 años hoy y su familia continúa sin tener datos certeros sobre su paradero. Por el caso, se encuentran detenidos Roberto Carlos Rejas, el guardiacárcel que es el principal sospechoso de la desapareción, y su novia, Alicia Estefanía Ávila, quien está acusada de encubrir a su pareja.
Los datos clave de la investigación
1. Milagros y su hijo se ausentaron el 28 de octubre cuando salieron de su casa del barrio Lola Mora. La Justicia tiene elementos suficientes para considerar que la joven no se alejó por su propia voluntad. Uno de esos indicios es el hecho de que durante todo este tiempo no volvió a encender su teléfono celular y lo último que hizo fue enviarle dos mensajes de audio a una amiga para contarle que estaba con Rejas, quien la estaba golpeando.
2. A partir de la información aportada por los familiares y amigos cercanos de Avellaneda, los investigadores están convencidos de que la joven no pudo haberse alejado de su hogar por su propia voluntad. La víctima era empleada judicial y tenía dos hijos, uno de los cuales estaba próximo a cumplir años. Cuando salió por última vez de su casa, no se llevó la documentación del bebé que estaba con ella ni la mamadera para alimentarlo. Tampoco se acercó a ningún banco o cajero automático para cobrar el sueldo que le depositaron pocos días después de su desaparición. “Milagros Avellaneda era una joven con arraigo, que poseía un trabajo estable y una familia constituida, además de amistades”, se menciona en el expediente.
3. La fiscala pidió la detención del guardiacárcel y le secuestró su vehículo particular, un Volkswagen Gol Trend. Las pericias realizadas en ese rodado le confirmaron que su corazonada era correcta: en su interior se encontraron cabellos largos y la prueba de luminol (busca rastros de sangre) dio resultado positivo. La misma pericia se realizó en la casa del sospechoso, donde también se encontraron sustancias compatibles con sangre. No obstante, habrá que esperar a que el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) culmine con su trabajo e informe los resultados definitivos, que podrían conocerse mañana.
4. Al examinar el celular de Rejas, los peritos descubrieron que buscó en Google “descomposición de cadáveres” y “limpieza de tapizados de autos”, entre el 1 y el 3 de noviembre. Ese dato se suma a que el imputado es perito en Criminalística, por lo que posee conocimientos en la materia.
5. Un policía amigo de Rejas declaró que el sospechoso le había pedido el contacto de algún compañero que prestara servicio en el Centro de Monitoreo y que este le pasó un número de teléfono. Días después, cuando se encontró con ese contacto, este último le contó que Rejas lo había citado en la zona de la terminal de ómnibus y que allí le había preguntado sobre el funcionamiento de las cámaras de seguridad en el Parque 9 de Julio, donde habría estado el 28 de octubre con las dos personas desaparecidas. “Es para confirmar mi versión ante la Justicia”, le explicó. Para los investigadores, en cambio, se trató de una maniobra para “obtener información que lo beneficie o para diagramar una versión exculpatoria creíble".
6. Un amigo de Rejas declaró que este le había dicho que Milagros estaba obsesionada con él y que lo hostigaba en las redes sociales. Teniendo en cuenta que el guardiacárcel llevaba nueve años de relación con Ávila, Reuter entendió que la presencia de Milagros y del bebé, que podría ser su hijo, representaban un obstáculo para el imputado.
7. El jueves 8 de diciembre, Alicia Estefanía Ávila, quien era novia de Rejas desde hace nueve años, quedó detenida luego de prestar declaración. Los investigadores sospechan que la joven, que pertenece a la Policía Federal, tenía información y la ocultó para encubrir a su pareja. La imputaron por el delito de encubrimiento agravado.
Pasaron casi tres meses desde que
Milagros Avellaneda y su hijo
fueron vistos por última vez. La joven cumple 27 años hoy y su familia continúa sin tener datos certeros sobre su paradero. Por el caso, se encuentra detenido
Roberto Carlos Rejas, el guardiacárcel que es el principal sospechoso de la desapareción.
Los datos clave de la investigación:
1. Milagros y su hijo se ausentaron el 28 de octubre cuando salieron de su casa del barrio Lola Mora. La Justicia tiene elementos suficientes para considerar que la joven no se alejó por su propia voluntad. Uno de esos indicios es el hecho de que durante todo este tiempo no volvió a encender su teléfono celular y lo último que hizo fue enviarle dos mensajes de audio a una amiga para contarle que estaba con Rejas, quien la estaba golpeando.
2. A partir de la información aportada por los familiares y amigos cercanos de Avellaneda, los investigadores están convencidos de que la joven no pudo haberse alejado de su hogar por su propia voluntad. La víctima era empleada judicial y tenía dos hijos, uno de los cuales estaba próximo a cumplir años. Cuando salió por última vez de su casa, no se llevó la documentación del bebé que estaba con ella ni la mamadera para alimentarlo. Tampoco se acercó a ningún banco o cajero automático para cobrar el sueldo que le depositaron pocos días después de su desaparición. “Milagros Avellaneda era una joven con arraigo, que poseía un trabajo estable y una familia constituida, además de amistades”, se menciona en el expediente.
3. La fiscala pidió la detención del guardiacárcel y le secuestró su vehículo particular, un Volkswagen Gol Trend. Las pericias realizadas en ese rodado le confirmaron que su corazonada era correcta: en su interior se encontraron cabellos largos y la prueba de luminol (busca rastros de sangre) dio resultado positivo. La misma pericia se realizó en la casa del sospechoso, donde también se encontraron sustancias compatibles con sangre. No obstante, habrá que esperar a que el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) culmine con su trabajo e informe los resultados definitivos, que podrían conocerse mañana.
4. Al examinar el celular de Rejas, los peritos descubrieron que buscó en Google “descomposición de cadáveres” y “limpieza de tapizados de autos”, entre el 1 y el 3 de noviembre. Ese dato se suma a que el imputado es perito en Criminalística, por lo que posee conocimientos en la materia.
5. Un policía amigo de Rejas declaró que el sospechoso le había pedido el contacto de algún compañero que prestara servicio en el Centro de Monitoreo y que este le pasó un número de teléfono. Días después, cuando se encontró con ese contacto, este último le contó que Rejas lo había citado en la zona de la terminal de ómnibus y que allí le había preguntado sobre el funcionamiento de las cámaras de seguridad en el Parque 9 de Julio, donde habría estado el 28 de octubre con las dos personas desaparecidas. “Es para confirmar mi versión ante la Justicia”, le explicó. Para los investigadores, en cambio, se trató de una maniobra para “obtener información que lo beneficie o para diagramar una versión exculpatoria creíble".
6. Un amigo de Rejas declaró que este le había dicho que Milagros estaba obsesionada con él y que lo hostigaba en las redes sociales. Teniendo en cuenta que el guardiacárcel llevaba nueve años de relación con Ávila, Reuter entendió que la presencia de Milagros y del bebé, que podría ser su hijo, representaban un obstáculo para el imputado.